martes, 21 de febrero de 2012


UNA AMANTE EJEMPLAR

Por: Manuel Donado Solano

Abulia y sopor es lo que destilan, desde hace algún tiempo hacia acá, los ocasionales encuentros con esta mujer. Decir que la amo con la misma encendida pasión, sería deshonestidad para con ella y los demás. Una frase hurtada al pasado para ocultar un poco este vacío con algo de dejo y gran desfachatez.  ¡Qué lamentable, pienso ahora, nuestra incapacidad, para insuflarle vida a ese sentimiento moribundo que aún intenta aferrarse a nuestras gargantas para susurrarnos en tono jadeante y le demos una última mano.

Después de darle un entierro de segunda a aquellos momentos gratos y memorables, la noto más hermosa con ese dejo de nostalgia que nace de la complicidad  de los secretos compartidos.
A pesar de nuestra ingenuidad para caer en la trampa que nos tendió el  amor,  en mis insomnios la imagino ociosa y radiante como la luna de Diciembre.

De vez en cuando recibo recados desde una ciudad lejana para ratificarme que  ni siquiera la muerte podrá rasgar nuestra amistad ni la agreste desesperanza que al menos supimos atestiguar.

Tomado del libro "De los naufragios del alma y otros infortunios".

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