UNA AMANTE EJEMPLAR
Por: Manuel Donado Solano
Abulia y sopor es
lo que destilan, desde hace algún tiempo hacia acá, los ocasionales encuentros con esta mujer. Decir que la amo con la misma encendida pasión,
sería deshonestidad para con ella y los demás. Una frase hurtada al pasado para ocultar un poco este vacío con algo de dejo y gran
desfachatez. ¡Qué lamentable, pienso ahora, nuestra
incapacidad, para insuflarle vida a ese sentimiento moribundo que
aún intenta aferrarse a nuestras gargantas para susurrarnos en tono jadeante y le demos una última mano.
Después de darle
un entierro de segunda a aquellos momentos gratos y memorables, la noto más
hermosa con ese dejo de nostalgia que nace de la complicidad de los secretos compartidos.
A pesar de
nuestra ingenuidad para caer en la trampa que nos tendió el amor,
en mis insomnios la imagino ociosa y radiante como la luna de Diciembre.
De vez en cuando
recibo recados desde una ciudad lejana para ratificarme que ni siquiera la muerte podrá rasgar nuestra
amistad ni la agreste desesperanza que al menos supimos atestiguar.
Tomado del libro "De los naufragios del alma y otros infortunios".
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