miércoles, 21 de marzo de 2012
La Fuga
Por. Manuel Donado Solano
Vuelve la vida a enrostrarme todas sus injurias y miserias. A ponerme de presente su terca obscenidad y todo lo demás. Sólo que ahora sé muy bien que nunca sabrás del dolor que chorrea desde lo más hondo. Qué le vamos a hacer. Ya me hice a mis cigarros y a una descomunal mochila repleta de sueños y me perderé por el viejo camino hasta que se ampollen mis pies; bordearé maizales marchitos y habitaré chozas tapizadas de rastrojos y corales. Es mejopr así, no pensar en nada y vagar entre tanta podredumbre. En alguna lejanía tiene que haber algo más amable y llevadero que todo este espanto. Sí, lo más seguro es que seamos algo menos que ridículos comediantes.
No se vayan a burlar, ya que lo mismo me da recorrer potreros o sajarme un dedo a la sombra de un ciruelo.
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