martes, 22 de marzo de 2016

BUKOWSKI. ....SIEMPRE BUKOWSKI
Por: Manuel Donado Solano
Bukowski, siempre el gran Bukowski; el iconoclasta e irreverente bohemio ataviado de la lúcida fobia a los grandes recintos de oropel, mientras muestra invicto, la agreste soledad de la noche anterior.


Bukowski, siempre a la sombra del mercenario amor de la adormitada rubia de cabellos desflecados y sostenes raidos por la intrepida lujuria en la noche de los grandes rascacielos


Es siempre el gran Bukowski, con la resma de hojas bailando por los rincones de la habitación al compás de la música de las aspas de un viejo ventilador sin marca y la tinta derramada por los gatos mientras juegan con unas zapatillas en medio del vómito de la madrugada anterior.

Es siempre Bukowski, el incansable maestro de cara abrupta y mirada encharcada, ajustando cuentas a su manera con los buenos modales y el baboso ideal de una sociedad que idolatra al auto y a esos regordetes jóvenes de eternos y aburridos paseos de Harvard a Palm Beach.

Es el gran Bukowski, con el enorme rostro de bestia acorralada y sus grandes e inquietas manos de ciclope ebrio, siempre dispuesto a legarnos en medio del vaho del whisky barato y el humo de sus fantasticos cigarros de ensueños, el mas hermoso de los poemas. MADOSO.