sábado, 19 de diciembre de 2015

REMILGOS
poema
por.. Manuel Donado Solano.
Echarse en el centro de la ciudad a deambular entre las aceras a reverberar los recuerdos y a hurgar en el tiempo estancado, quizás nos ponga a tono con la triste y melancólica aureola de los desbancados por el olvido.
¿Para qué evocar con sutil resignación el tiempo ido y aquellos ardientes cruces de miradas con esa hermosa morena, siempre apostados en el inofensivo podio de los anhelos frustrados?
Cuándo volverán nuevamente a juntarse estos tibios deseos de niños extraviados y confundidos en la taciturna sonata de una ciudad que hace mucho tiempo perdió el esplendor y los bríos?.
Empecemos nuevamente a mirarnos de frente, y volvamos a recomponer el jadeante y quejumbroso paso del tiempo y a hilar entre sollozos y con mucho sigilo, las comisuras de estos corazones a la deriva.
Ribera de Magangué. Diciembre 18 de 2015.

viernes, 20 de noviembre de 2015

RUMORES AUSENTES.

Por: Manuel Donado Solano.

Heme ahora, ante los débiles murmullos y la mansedumbre del moribundo río. Las riberas melancólicas, ya no reverdecen en medio del abril presuroso, a dar la bienvenida a las cerreras lluvias.
Turbias serenatas de aguas sin brios, ausentes de vientos y aquellas hermosas lunas que resbalaban su brillo sobre los inmensos matorrales al final de cada recodo.
Es como si todo se hubiera marchado con tu partida, y ahora, vago como aquel boga aferrado a su canalete en su infinito afán por remontar la espurea corriente de espumosos e infaustos recuerdos.
Triste y jadeante viaja ahora el turbio caudal, acechando en el recuerdo a la flor canela posada en las enredaderas que siempre se trepan con inaudito sigilo en los árboles enfermos y robustos que preceden en la callada llegada a los puertos de caliches y cemento.

MADOSO

domingo, 15 de marzo de 2015

SI TU TE VAS....


Si tu te vas, no sé que será de esa luna radiante y hermosa que en las tibias madrugadas siempre guía mis pasos con esa dulce mirada plateada y serena.

Si tu te vas, lo mas seguro es que los pájaros, siempre puntuales en los almendros que bordean esta Avenida, ya no entonen sus bellos cantos anunciando el nuevo día.

Si tu te vas, ya no tendría sentido este mismo trayecto de todas las mañanas y poco importará si llego a tiempo.

Si tú te vas, mi alma gemirá ante tanta ausencia y desolación.